Liderazgo transformacional

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Descripción

En el mundillo del liderazgo a menudo se habla del carisma de los líderes. Por eso muchos autores han estudiado en qué consiste. Uno de ellos fue el sociólogo alemán Max Weber. Este pensador, que vivió los horrores de la primera guerra mundial en las postrimerías de su vida, entendía que la autoridad carismática está basada en una cualidad extraordinaria que tiene una persona en virtud de la cual consigue el reconocimiento o seguimiento incondicional de sus seguidores. De hecho, «carisma» viene de la voz griega xa´risma que significa «don de inspiración divina», entendida como la capacidad de realizar cosas asombrosas o predecir acontecimientos futuros.

Según Weber el carisma tiene su propio caldo de cultivo: surge cuando se produce un contexto de crisis social, cuando emerge una persona con una visión radical que ofrece soluciones a esa crisis, y atrae a seguidores que creen en su visión y en su magnetismo como ser humano. Ahora bien, si nos ceñimos a esto, personajes tan opuestos como Hitler o Mandela, pueden ser entendidos como líderes carismáticos. ¿En qué tipo de carisma hemos de fijarnos entonces?

Para dar respuesta a esta pregunta, hay que diferenciar entre los líderes carismáticos socializados, que se distinguen por ser sensibles a las necesidades de sus seguidores, preocupándose de su desarrollo (Mandela); y los líderes carismáticos personalizados, que tienden a ser narcisistas y autoritarios, no dudando en usar a los demás para conseguir sus propios fines (Hitler). En definitiva, el líder carismático personalizado puede ser muy negativo para sus seguidores y para la sociedad en general. Lo que nos lleva a pensar que existe, por así decir, un lado oscuro del carisma cuyos efectos son la enajenación de la persona y el pensamiento único provocado por el uso del terror.

Esta ambigüedad, y el misticismo que rodea al carisma, hicieron que la psicología social dejara de lado durante décadas el estudio del liderazgo carismático. Dicho olvido se corrigió a principios de los años 80, cuando se empezó a investigar de forma empírica el funcionamiento del liderazgo carismático en las organizaciones. Fue entonces cuando apareció la primera versión de un cuestionario, el Multifactor Leadership Questionnaire (MLQ), que sirvió a los investigadores para medir el liderazgo transformacional, que es un modelo ligado con el carisma del directivo. Desde entonces, el modelo del liderazgo transformacional ha sido el más utilizado por la comunidad científica para ayudarnos a entender los procesos de dirección que conducen a resultados superlativos en empresas de todo el mundo (aplicación cross cultural). De modo que podemos decir que su precursor –Bernard Bass– pasó a la posteridad por dos aportaciones: por la 11 elaboración teórica del liderazgo transformacional, y por hacer operativo este modelo mediante la creación de un cuestionario que nos permite medirlo. Pero, vayamos paso a paso.